La respuesta es sí: es posible tener caída del cabello y además tener el cabello seco. Con esta frase queremos desmentir una vez más la teoría de que sólo las personas con cabello graso sufren caída del cabello.
Si atendemos al origen de la palabra “seco”, la Real Academia lo describe como “que carece de agua”. Se trata de un cabello que ha perdido parte de su componente hídrico (agua), y, también es un pelo que pierde nutrientes. No olvidemos que el pelo está formado por células, y el elemento esencial en la vida de cualquier célula es el agua.
Si bien no hay estudios epidemiológicos consistentes, podemos cifrar la incidencia de cabello seco en la población general entre un 65 y un 75 %.
Etapas en las que se asocian caída de cabello y pelo seco
De este gran segmento de la población con cabello seco, caben destacar etapas en la vida, especialmente de la mujer, en la que se puede asociar cabello seco y caída de cabello, tales como:
- Mujeres tras haber dado a luz
- Mujeres en edad menopáusica
- Jóvenes con dietas drásticas, etc.
Son situaciones en las que por una causa hormonal, o causa alimentaria, el cabello cae, independientemente de la cantidad de grasa que tenga el cabello.
El cabello puede nutrirse tanto a nivel tópico sobre el cuero cabelludo y pelo con lociones y/o champús específicos, como a nivel oral con una dieta adecuada. Si a pesar de ello, el cabello se mantiene seco y sigue cayendo, podría deberse a una causa más compleja. Por ejemplo, como consecuencia de alguna enfermedad (alteraciones de tiroides o malnutrición manifiesta y carencial con anemia).