Hace unas semanas comenzamos un ciclo de posts sobre alopecias no hereditarias. La primera que desarrollamos fue la alopecia areata. En esta ocasión vamos a profundizar en otro tipo de alopecia: la alopecia cicatricial adquirida.
¿Qué es la alopecia cicatricial?
Por definición, la alopecia cicatricial es la alopecia por destrucción de la dermis y de los folículos pilosos y su sustitución por tejido cicatricial. El cabello deja de crecer para siempre en estas áreas.
Este tipo de alopecias pueden ser congénitas (heredadas en síndromes o enfermedades con carácter genético) o adquiridas. Estas últimas son las que vamos a desarrollar en este artículo, ya que hablamos de alopecias no hereditarias.
Este tipo de alopecia adquirida puede aparecer tanto en hombres como en mujeres, e incluso en niños, ya que no está relacionada ni con el sexo ni con la edad.
Causas de la alopecia cicatricial
Las causas que provocan este tipo de alopecia pueden ser muchas, siendo estas las más importantes:
Alopecia cicatricial por un traumatismo físico
- Puede ser motivado por peinados que tensan mucho el cabello como coletas o trenzas, que pueden traer consecuencias negativas para el pelo como ya hemos abordado en el blog.
- Por implantacion de cabellos sintéticos con complicaciones, como infecciones.
- Debido a quemaduras
- Por Tricotilomanía, un trastorno de control de los impulsos que tiene como hecho fundamental el arrancarse repetidamente el propio cabello.
- Por motivos quirúrgicos, debido a operaciones o a heridas con cicatrices. Esta causa es una de las más frecuentes. Cualquier cicatriz en el cuero cabelludo seguramente habrá destruido la posibilidad de que el cabello vuelva a crecer en esa zona específica.
Por infecciones cutáneas
Algunas de las infecciones cutáneas que pueden provocar alopecia cicatricial son la sífilis, el herpes zoster o la varicela, entre otras.
Es importante resaltar que en este tipo de alopecia no hay ninguna posibilidad de tratamiento médico, al haberse destruido el folículo piloso. Por tanto, no hay ningún tratamiento que pueda recuperarlo salvo el tratamiento quirúrgico.