Antes de profundizar en la cuestión de a qué se debe que los bebés tengan pelo o no, es importante entender que el ciclo del cabello humano es especial, pues a diferencia del pelo de la gran mayoría de los animales en los que tanto el ciclo de crecimiento como el de caída están sincronizados, en el caso del ser humano esto no es así.
Ahora bien, el ciclo capilar de los bebés se ve afectado de manera distinta cuando estos aún están dentro del útero o incluso en las primeras semanas de vida, fase en la que el cabello se cae todo a la vez. ¿A qué se debe esto?
El ciclo del cabello en los bebés
Los folículos pilosos siguen desarrollándose hasta el 5º mes de gestación y, es en el interior del útero, donde el cabello del bebé, que ya ha crecido, se vuelve a caer de golpe, iniciando de nuevo una fase de crecimiento. En este período aparece el lanugo, una pelusilla que más tarde también se caerá a la vez.
Ya en el 8º mes de gestación se produce un reinicio del ciclo capilar en el que el bebé vuelve a experimentar el crecimiento del cabello en las zonas frontales y parietales. Dependiendo del color que tenga el cabello del bebé cuando nazca, esto se apreciará más o menos.
Si el bebé nace con pelo, la caída del cabello no tendrá lugar hasta pasados 6 u 8 meses después del nacimiento y esta será la última vez. A partir de ese momento, el ciclo de crecimiento y el de caída dejarán de estar sincronizados y esta caída de cabello no volverá a producirse más.
En conclusión, los bebés que nazcan con mucho pelo experimentarán una caída del cabello en los siguientes meses y los que, por el contrario, nazcan sin pelo comenzarán a notar su crecimiento capilar en unos meses. A pesar de que este cabello no requiera unos cuidados especiales, es recomendable usar un champú suave que no dañe los ojos ni los irrite.