Hay personas que suelen variar de peinado con cierta frecuencia, y para llevar a cabo estos cambios de look recurren a herramientas como las planchas de alisado de pelo. ¿Son estos aparatos inofensivos para el cabello o por el contrario pueden llegar a dañarlo?
Antes de abordar esta cuestión debemos tener en cuenta que el mero hecho de querer alterar las características de nuestro pelo ya entraña un riesgo para el mismo. Cada persona cuenta con una genética particular que determina que su cabello tenga un color concreto, un tipo de rizo, una densidad, etc. La alteración de estas características innatas podría afectar a la salud del pelo.
La plancha para alisar el pelo es uno de los aparatos que pone en riesgo la salud capilar. Tiene un gran potencial a nivel estético pero implica un peligro para el pelo debido a las altas temperaturas a las que lo somete. El abuso o mal uso de la plancha y otros elementos para el cabello podrían acelerar su caída, volviéndolo quebradizo o provocando sequedad capilar.
Hay que tener en cuenta que cada cabello reacciona diferente a la exposición al calor, según su estructura (grosor, etc) y lo estamos “alterando” con otros factores como pueden ser los tintes. Cuanto más fino es el pelo, por ejemplo, más sensible es y por tanto más daño podría sufrir con el calor emitido por la plancha.
El cabello graso, por su parte, tiene una mayor resistencia a las altas temperaturas que el seco, porque la fase grasa lo protege. Cuando el pelo está teñido y se aplican planchas de elevada temperatura sobre el cabello, el color se pierde antes, ya que los tintes no suelen estar preparados para resistir temperaturas tan elevadas.
¿Por qué el calor daña el pelo?
Utilizamos la plancha para tener el cabello liso (en cabellos rizados) por lo que la temperatura (fuente de energía) desestabiliza la estructura helicoidal de la queratina, tornándose longitudinal. Como esta nueva conformación no es estable ni natural, el cabello se vuelve más frágil, y con mayor sensibilidad ante cualquier agresión externa.
Cuanto mayor es el número de pasadas, más riesgo habría de que se produzca algún daño. Se recomienda coger mechones pequeños y no hacer más de dos pasadas. En caso de necesitar otra, es mejor esperar a que el pelo se enfríe.
En cuanto a la frecuencia de uso, habría que evitar utilizar la plancha con asiduidad. Se recomienda proteger el cabello con productos adecuados y aplicar mascarillas acondicionadoras para mantener el pelo hidratado. Por último, a la hora de elegir plancha, es importante que ésta sea buena calidad, y que tenga una capa protectora de cerámica, turmalina o similar.
Por lo explicado anteriormente, recomendamos su utilización de forma respetuosa con el cabello para que viva muchos años.