El mundo está poblado por muchas razas y etnias. Todas iguales y a la vez todas diferentes. Una de esas diferencias es, precisamente, cómo afecta la caída del cabello según el grupo al que se pertenezca. Es decir, que existe una estrecha relación entre raza y alopecia. Todas la sufren, pero no a las mismas edades ni de la misma forma.
La raza blanca o caucásica es la más propensa a sufrir este problema y en edad más temprana, especialmente los hombres. Los asiáticos, los nativos americanos o las personas de raza negra tienen muchas más probabilidades de conservar el cabello en la zona frontal.
Por ejemplo, en Estados Unidos la alopecia androgenética afecta al 50 % de los blancos mayores de 40 años. Según algunos estudios, tienen una posibilidad hasta cuatro veces mayor de sufrirla en edades más tempranas que los hombres de raza negra. En estos últimos, la caída del cabello es poco frecuente y aparece sobre todo a edades muy avanzadas.
Entre los asiáticos, los japoneses tienden a desarrollar el tipo de alopecia antes mencionado una década después que los caucásicos. Pero, aunque con diez años de retraso, el grado de incidencia es parecido.
Curiosamente, en los indios americanos es donde se encuentra un pelo más resistente. De hecho, es difícil encontrar entre esta población casos de alopecia severa.
¿Cuál es la razón de estas diferencias? Hay corrientes que defienden que se debe fundamentalmente a cuestiones genéticas. Otras apuntan a otros factores causantes, como el clima o la alimentación característica en cada cultura. Lo que es innegable es que todas las razas pueden cuidar, reforzar y frenar la caída del cabello con champús con vitaminas específicas para el cabello y extractos de plantas que retrasen y frenen el ciclo capilar.